Es sabido que Las licencias de exportación cambiaron en 2025 y son las que amparan a los bienes llamados de doble uso.
Estas han sido modificadas principalmente por el nuevo Reglamento Delegado de septiembre de 2025, con especial impacto en sectores como computación cuántica, criogénicos, semiconductores y biotecnología.
Tipos de licencias y principales cambios
Licencia individual:
Permite uno o varios envíos a un destinatario concreto en un plazo de 12 meses. Aplican mayores exigencias técnicas y justificaciones sobre usos finales para varios productos recientemente incorporados a control en el nuevo Anexo I.
Licencia global:
Autoriza envíos múltiples a uno o varios destinatarios y países fijados en la solicitud, desplegados durante tres años prorrogables. Es clave revisar si nuevas tecnologías requieren licencia global, dadas las recientes inclusiones.
Autorización general comunitaria:
Facilitada para exportadores habituales y ciertos productos previstos en los anexos II.a a II.f, recoge requisitos y destinos preferenciales para simplificar la gestión; sin embargo, las actualizaciones pueden redefinir qué bienes aplican y dónde.

Proceso para solicitar licencias
El proceso para solicitar la licencia consta de dos pasos basicos
- Inscripción en el Registro Especial de Operadores de Comercio Exterior (REOCE) antes o durante la solicitud; solo empresas residentes pueden gestionarla.
- Completar el formulario de solicitud indicando tipo de operación, producto/tecnología, datos completos del exportador, destinatario, número de licencia y plazo de validez, además de adjuntar la documentación justificativa de uso final exigida por la normativa actual y técnica del producto.
Para rectificaciones o prórrogas, debe tramitarse una solicitud formal y se autorizan hasta dos ampliaciones, cada una por el mismo plazo que la licencia original.
Es fundamental mantener actualizados los registros y responder a requerimientos y controles de las autoridades nacionales competentes, que ahora demandan información técnica más detallada y seguimiento específico de los destinos y usuarios finales.
De acuerdo a lo que se conoce hasta ahora estas modificaciones responden a la necesidad de controlar nuevas tecnologías sensibles y mitigar riesgos estratégicos internacionales, por lo que revisar cada exportación y adecuar la gestión administrativa se ha vuelto crítico en 2025.



